28 abril 2019. Una vez más, el Genocidio Armenio fue recordado, conmemorado y condenado. Tanto dentro, como fuera de la realidad armenia. Otra vez hubo palabras y gestos de compasión y de consuelo por parte de los amigos del pueblo armenio, así como de otras fuerzas políticas y países leales a los valores humanistas.
La Turquía dirigida por Erdoğan, también se mantuvo en su rol y comportamiento regulares. Negacionismo. Pero es notable que año tras año el nivel de negación se está modificando, haciéndose más fuerte la intensidad de la intolerancia. El arquitecto de esto es el presidente turco Erdoğan y la retórica anti-armenia de su equipo político.
También esta vez Erdoğan envió un mensaje de condolencias el 24 de Abril. Pero lo era sólo nominalmente; su contenido: una burla al dolor del pueblo armenio y una laceración a su herida. En primer lugar, porque a partir del mensaje de Erdoğan era posible deducir que los armenios que viven en Armenia no existen; los armenios están o en la Diáspora, o en Turquía. Cínico desprecio hacia la población de Armenia, la mayoría de los cuales es la generación de descendientes de los inmigrantes que sobrevivieron al Genocidio. Erdoğan soslaya intencionalmente este hecho y, por lo tanto, insulta a los armenios de Armenia.
Por otra parte, calificó a los asesinatos, a los operativos genocidas de los armenios occidentales como una decisión sensata; y a la población masacrada, como bandidos armenios y sus partidarios. Esta formulación obscena desnuda la esencia negacionista del actual régimen gobernante de Turquía y de la élite política. ¿Qué ocurre en la realidad? Constatamos que no hay mitigación del negacionismo en Turquía, tampoco hay señales de cesión y de entendimiento recíproco. No existe ningún matiz positivo alentador. Muy por el contrario, es posible probar que el negacionismo ha adoptado manifestaciones más radicales y conduce a una compleja agudización del conflicto histórico-político.
Los signos de ese recrudecimiento ya se siente en los círculos nacionalistas, cuando un partidario turco de alto rango puede hacer una declaración pública el 24 de Abril, diciendo: «No hubo Genocidio Armenio, pero eso no significa que no pueda suceder».
Esta es una lección que debemos extraer, y ese es el fruto que el gobierno turco ha regado. Ciertamente, los turcos continuarán comerciando aun largamente con nuestros dolores y regocijándose con nuestras huérfanas y añoradas tierras. Queda entonces, que recapacitemos que el 1,5 millón de vidas extintas, así como los 104 años de una herida sangrante, nos obligan, después de esto, a establecer justicia, en lugar de reclamarla.
Fuente: https://haydzayn.com/es/page/tourqakan-jxtoxakanoutyoune-aravel-radikal-drseoroumner-e-stanoum
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