La selección de fútbol de Armenia jugó dos partidos en la fase clasificatoria para la Eurocopa 2020. En el primero, nuestro equipo sufrió una penosa derrota contra Bosnia por 2-1. Luego, el estadio Republicano Vazgen Sargsyan de Yereván, perdió ante el equipo finlandés con un resultado de 0-2.
Tras estas dos presentaciones, todos culparon a los jugadores y especialmente al DT Armen Gyulbudaghyants. En esencia, el reclamo de los fanáticos es legítimo; todos sabemos a qué persona han sido endilgados los malos resultados en el pasado, y ahora, cuando no hay «dictaduras» en el fútbol, ¿por qué razón el equipo no levanta su moral? Como esta, muchas otras importantes preguntas quedaron en el aire.
Pero también veamos el lado opuesto del problema. Nosotros, los armenios, somos muy impacientes, y la impaciencia, en este caso, era tan grande, que esperábamos que el nuevo presidente y el DT de la FFA tuvieran una vara mágica en sus manos; que comenzaran a obtener resultados y les ganáramos a las selecciones estables. Yo creo que hoy ningún proceso puede ser tan fácil; todo resulta natural cuando se implementa en su momento.
Hoy, nuestra prioridad en el fútbol es desarrollar el fútbol infanto-juvenil a través de los estándares europeos y, sumado a ello, la existencia de una liga competitiva. Tenemos un número limitado de jugadores en todos los círculos de juego, que puedan demostrar un buen fútbol a la altura de las exigencias.
Miren, muchos países europeos pueden tener 2 ó 3 formaciones equivalentes a la vez, como Alemania, España, Francia… Pero como dicen, tenemos lo que tenemos, y deberemos esperar pacientemente durante algunos años. Creo que como resultado del desarrollo del fútbol juvenil tendremos buenos cuadros y una buena selección. Los actuales líderes de la FFA y el cuerpo técnico saben muy bien qué hacer y podemos decir con seguridad, que en el futuro, el fútbol armenio se despertará de su sueño profundo.
Fuente: https://haydzayn.com/es/page/cirakanacvac-xostoumner-hayastani-azgayin-havaqakani-hertakan-caxoxoume
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